La Educación de Personas Adultas que por diversos motivos no finalizaron la educación primaria o secundaria, es un tipo de público que suele ser olvidado por las políticas educativas regionales y nacionales. Es un ámbito poco estudiado aunque las evidencias muestren que debe abordarse con celeridad. Las estadísticas muestran que, pese a los esfuerzos realizados en las últimas décadas, un grupo importante de niños y jóvenes no finaliza la educación primaria y secundaria. Posteriormente, también se encuentran evidencias que dan cuenta del alto nivel de “deserción” y fracaso escolar que registran los programas gubernamentales que atienden las necesidades educativas de las personas Adultas. De hecho, iniciado el nuevo siglo, en la “Cumbre del Milenio” realizada en el año 2000, Chile junto a otras 188 naciones acordaron un conjunto de metas, para ser alcanzadas en el año 2015 (ONU, 2000). En esa ocasión, estos países se comprometieron a alcanzar la cobertura universal para la enseñanza primaria. Una meta que, viendo los resultados publicados por el Ministerio de Educación de Chile, se ve difícil de alcanzar en breve plazo. Una situación ya se advertía cuando se señalaba que en países como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay (CEPAL, 2005), el 95% de los niños que tenían menos de 5 años concluirían la primaria para el año 2015. Si bien se trata de países que se encontraban próximos al logro de la meta, los esfuerzos adicionales no pudieron responder al compromiso suscrito en el año 2000.En este contexto, el propósito de este trabajo consiste en analizar diferentes modalidades de educación de adultos implementadas por el Ministerio de Educación de Chile, con el objeto de establecer la relación que existe entre la Educación de Personas Adultas y Jóvenes Adultos y la formación ciudadana de este tipo de estudiantes. Lo anterior es observado a través de la educación recibida y la participación de estas personas en organizaciones e instituciones sociales.Esta investigación se basa en un análisis cuantitativo, con enfoque empírico analítico, y diseño no experimental. La muestra por conglomerados, es representativa de instituciones educativas de la ciudad de Santiago de Chile. De esta forma, se aplicó una encuesta a 620 estudiantes que asisten a diferentes programas de Educación de Adultos administrados por El Ministerio de Educación.Los resultados señalan que estos estudiantes se caracterizan por una participación social de carácter informal, con baja interacción social y centrada en lo “privado” más que en lo “público”. A modo de conclusión, se determinó que la intensidad y el tipo de participación social de esta población, muestra diferencias significativas entre las distintas modalidades de educación que reciben en los programas de Educación de Adultos. Confirmación que proporciona insumos relevantes para ajustar el currículo en formación ciudadana y disminuir los factores de riesgo de un nuevo fracaso académico. Junto a ello, se identificaron algunos factores que permitirían mejorar el impacto en la inclusión social de esta postergada población chilena.